lunes, 7 de julio de 2008

El extraño caso del Desconocido E


Pocas momias egipcias han excitado la imaginación de los egiptólogos como la conocida como el "Desconocido E”. Los primeros informes sobre el despojamiento de las vendas de la momia contienen adjetivos como “repulsivo”, “nocivo” y “espantoso”. Todos indican las intensas reacciones que causaba el “desconocido E”. El egiptólogo Gaston Maspero, descubridor de la tumba, el Dr. Bouquet y el químico M. Mathey desenvolvieron la momia en 6 de junio de 1886.

La momia del Desconocido E muestra algunos aspectos muy inusuales. En primer lugar, fue envuelta por una piel de oveja que aun conserva su lana blanca. El escritor griego Herodoto dejo escrito que las prendas de lana eran consideradas ritualmente impuras por los egipcios. No existe otro enterramiento dinástico en el que la piel de oveja haya sido usada como mortaja aparte del del Desconocido E. Una de las más antiguas narraciones egipcias, El Cuento de Sinuhé, da a entender que un enterramiento en una piel de oveja era del todo indeseable.

Aparte de esta extraña piel de oveja, había un capa de envolturas de lino de calidad (lo cual indica que el difunto pertenecía a una clase social elevada), descrita por Maspero como “una fina red de vendas” que él dató en la XVIII dinastía (1550-1235 a.C.), quizás basándose en la forma en que se enroscaban a la momia. Bajo ella, los científicos encontraron una capa de natrón (NaCl yNa2CO3, Cloruro Sódico y Carbonato de Sodio) aplicada sobre una segunda y final capa de vendas. El natrón había absorbido grasa del cuerpo y emitía un fuerte olor pútrido. Fouquet afirma que las vendas cubiertas de natrón habían sido “impregnadas con una sustancia adhesiva” y solo podía ser retirada con una sierra. .Fouquet descubrió que las vendas habían sido situadas alrededor de los antebrazos, muñecas y pantorrillas con trozos de lino atados tan fuertemente que habían dejado marcas en la piel de los antebrazos.

Bajo el fuertemente atado segundo nivel de vendas, los especialistas descubrieron otra capa de una sustancia que Fouquet dijo que era natrón, resina prensada, y cal viva (Ca O), extremadamente “cáustica”.

Después de retirar las capas de sustancias químicas, los investigadores descubrieron el cuerpo de un hombre joven de unos 23 o 24 años de edad. Su cara estaba deformada con una mueca horrible, y los músculos de su abdomen estaban severamente contraídos. Haciendo una pequeña incisión en la región inferior trasera de la momia, Fouquet descubrió que los órganos internos estaban aún en su sitio, contrariamente a la costumbre egipcia de retirarlos.

El sarcófago en el que el Desconocido E fue enterrado, de cara madera de cedro, fue pintado de blanco y está completamente sin decorar. Carece de imágenes o inscripciones que ayuden en el proceso de determinar su datación o la identidad del cuerpo que contenía. Pero esta falta de imágenes e inscripciones mágicas condenaba al difunto al olvido, y a que su alma no pudiera pasar a la otra vida de modo adecuado.

Varias teorías han sido formuladas para explicar los extraños aspectos de este enterramiento. Una de ellas proponía que el Desconocido E murió después de haber ingerido algún veneno. Basada inicialmente en la visible contracción del abdomen, que fue interpretada como una evidencia de violentas convulsiones, esa contracción puede ser también consecuencia del efecto de los compuestos químicos. No obstante, como George B. Johnson afirmó en una reciente comunicación, el hecho de que los órganos digestivos no contuvieran restos de comida también puede ser indicativo de envenenamiento, ya que cualquier resto alimenticio hubiera sido expulsado por el vómito después de la ingestión de un compuesto tóxico.

Una segunda teoría, que se ha hecho muy popular, es la que propone que el Desconocido E fue enterrado vivo, posiblemente tras haber cometido algún crimen horrible. Maspero incluso fue más lejos al sugerir (en contradicción con su datación de la momia en la XVIII dinastía) que el Desconocido E pudo haber sido Pentewere, el príncipe de la XX Dinastía implicado en el famoso complot del harén para asesinar al rey Ramses III. Su expresión retorcida, el hecho de que los órganos no fueran retirados, las fuertes ataduras de las vendas, la impura piel de oveja, y la ausencia de los conjuros mágicos en el sarcófago necesarios para salvaguardar el espíritu del difunto en el Más Allá parecen encajar con la teoría de un entierro prematuro.

Una reciente teoría plantea que el Desconocido E pudo haber sido un gobernador o dignatario que vivía en los dominios egipcios de Palestina durante el Reino Nuevo. Debió morir en el transcurso de una cacería por el desierto, y no fue encontrado inmediatamente. En ese tiempo, los rasgos faciales se agarrotaron en un rictus inapropiado para el enterramiento, y también se desecó parcialmente. Los embalsamadores provinciales hicieron lo que pudieron para preservarlo a la manera egipcia, pero introdujeron algunas costumbres locales en la momificación y el entierro. El Desconocido E fue tratado por esos embalsamadores extranjeros con natrón y cal viva, envuelto fuertemente en vendas para sujetar sus rígidos miembros en una posición aceptable y cubierto por un piel de oveja (que pudo haber sido una señal de honor entre su pueblo). Los embalsamadores locales le colocaron en un sarcófago, pero, dado que no supieron como inscribir o decorarlo en la manera tradicional egipcia, simplemente lo dejaron en blanco y lo embarcaron, junto a su ocupante, de vuelta a Egipto. Después de su llegada a Egipto, los oficiales de la necrópolis habrían descubierto horrorizados la ofensiva piel de oveja. Sin atreverse a tocarla, decidieron enterrar al Desconocido E con su sarcófago sin decorar lo más rápidamente posible. Opino que esta teoría falla en lo siguiente: la administración egipcia era lo suficientemente poderosa para no dejar en manos extranjeras algo tan básico como el tránsito hacia la vida de ultratumba de uno de sus dirigentes. Medios tenían para proveer a este personaje de un entierro adecuado. Y la falta de “profesionalidad” de los oficiales de la necrópolis tampoco parece aceptable.

Desde que fue hallado en la cache 320 de Deir el Bahari, podemos asegurar razonablemente que su tumba estuvo en el Valle de los Reyes o lo suficientemente cerca para ser inspeccionada por los oficiales de la necrópolis encargados de recoger las momias reales. Debió ocupar una alta estima en el rey de la época (¿Tuthmosis II?) quien le premió con el privilegio de una tumba en la Necrópolis. Fue descubierto por los restauradores de la XX-XXI dinastía quienes, considerando su rango e ignorando la piel de oveja, le reubicaron en el escondrijo real de Deir el Bahari con otras momias reales.

3 comentarios:

Towar dijo...

Ya hemos andado viendo la tele, ¿eh, mozo?...

Si es que estos documentales es lo que tienen. Lástima que lo pillé empezado.

Ana H dijo...

Me decanto por la teoría del horrible crimen, es mucho más divertida (no para la momia, claro)

Amiga esp. dijo...

Muy riguroso y fiel al dato, como todo lo que escribes. Después de ver el documental, chapeau!