jueves, 27 de agosto de 2015

Estel





En un sueño, dictado por un dios ya olvidado, escribí en la superficie del agua. Escribí el significado de la canción del mar y sus olas, que canta del Destino del Mundo; escribí sobre el sentido del murmullo del viento entre los árboles, que habla del sino de los hombres; describí el relato secreto que escriben las estrellas en su vagar por el Cosmos, que narra la vida de los Dioses Verdaderos. Y también escribí sobre la esperanza.

¿Es la esperanza una doncella hermosa, que dibuja sueños por alcanzar y metas humanas y posibles? ¿O es una vieja sirena mentirosa, que empuja a los hombres a acantilados de fracaso y a caer en el desespero y la muerte al perseguir quimeras?

Cuando iba a grabar en mi mente su aspecto real, desperté. Y el recuerdo de su auténtico rostro se perdió para siempre.