martes, 29 de junio de 2010

Somos lo que somos...¿?




"Durante el tiempo que el lector ha invertido en recorrer con sus ojos y
descifrar con su cerebro las líneas de este blog, cada una de sus
moléculas puede haber recorrido muchos miles de kilómetros, y algunas
moléculas se habrán roto y resintetizado cientos de veces en un segundo;
es más, al menos cincuenta mil millones de células corporales mueren
cada día por apoptosis (suicidio celular programado) y son sustituidas
por otras nuevas. Y sin embargo seguimos siendo la misma persona. O
eso creemos. Sometidos al ciclón de los cambios constantes en el armazón
vital, dejamos de ser, muy probablemente, los mismos que éramos.
Tomemos nota, de momento, de que la falta de continuidad y permanencia
constituye un aliciente adicional para buscar amparo y sosiego en una
emoción personal que pueda aportar esas sensaciones."

Eduard Punset, VIAJE AL AMOR (2007) (más o menos)

Esto me lleva a pensar que ciencia y poesía se dan la mano: o ¿no dijo Neruda aquello de "Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos" o mi admirado Ángel González en "Cumpleaños de amor":

Cómo seré yo
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.
Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,
mis sucesivos cuerpos
—prolongándome, vivo, hacia la muerte—
se pasarán de mano en mano,
de corazón en corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.
Y los ojos
—que importa que no sean estos ojos—
te seguirán a donde vayas, fieles.