sábado, 7 de marzo de 2009

Como sobrevivir a un cuento de hadas, según Neil Gaiman:



Toca la puerta de madera que ves en el muro y que nunca habías visto antes.

Di "por favor" antes de abrir el pestillo,

entra,

baja por el sendero.

La puerta está pintada de verde

Tiene una aldaba, un diablillo rojo

No lo toques, te morderá los dedos.

Atraviesa la casa.

No cojas nada. No comas nada.

No obstante, si alguna criatura te dice que tiene hambre, aliméntala.

Si te dice que está sucia, lávala.

Si grita que le duele, si puedes, alivia su dolor.

Desde el jardín trasero podrás ver el bosque salvaje.

Pasarás frente a un pozo muy hondo que conduce al reino del Invierno;

Hay otro país distinto allí al fondo.

Si te das la vuelta aquí,

podrás volver atrás, a salvo;

no será ningún desdoro.

No pensaré mal de tí.


Una vez hayas atravesado el jardín entrarás en el bosque.

Los árboles son viejos.

Hay ojos escudriñando desde la maleza.

Bajo un roble retorcido se sienta una anciana.

Quizás te pida algo; dáselo.

Ella te indicará el camino al castillo.

En él hay tres princesas.

No te fíes de la más joven.

Sigue adelante.

En el claro tras el castillo los doce meses del año están sentados junto a una hoguera, calentando sus pies,

intercambiando cuentos.

Tal vez te concedan sus favores, si eres amable.

Tal vez podrás coger fresas en la escarcha de Diciembre.


Confía en los lobos, pero no les digas dónde vas.

Podrás cruzar el río en el transbordador.

El patrón te llevará.

(La respuesta a su pregunta es esta:

"Si pasa el remo a su pasajero, será libre de abandonar el barco"

Asegurate de estar lejos antes de decirselo.)

Si un águila te da una pluma, guárdala bien.

Recuerda: los gigantes tienen un sueño muy pesado;

las brujas son a menudo traicionadas por sus apetitos;

los dragones siempre tienen un punto débil, en alguna parte;

los corazones pueden esconderse bien y tu lengua podría delatarlos.

No tengas celos de tu hermana:

las rosas y los diamantes son tan incomodos al salir de tu boca como los sapos y las culebras.

Más fríos, además, y más afilados, y cortan.

Recuerda tu nombre.

No pierdas la esperanza. Aquello que buscas lo encontrarás.

Confía en los fantasmas. Confía en aquellos a los que has ayudado,

pues te ayudarán a su vez.

Confía en los sueños.

Confía en tu corazón y confía en tu historia.

Cuando regreses, vuelve por el mismo camino por el que te fuiste.

Los favores serán devueltos, las deudas pagadas.

No olvides tus modales.

No mires atrás.

Cabalga sobre el águila sabia (no te caerás)

Cabalga sobre el pez plateado (no te ahogarás)

Cabalga sobre el lobo gris (agarrate fuerte a su pelaje)

Hay un gusano en el corazón de la torre; es por eso que no aguantará en pie.

Cuando llegues a la casitadonde comenzó tu viaje,

la reconocerás,

aunque te parecerá mucho más pequeña de lo que recordabas.

Sube por el sendero, y atraviesa la puerta del jardín,

la que nunca viste antes, solo una vez.

Y entonces vuelve al hogar.

O construye uno nuevo.

O descansa.