lunes, 6 de diciembre de 2010

Ítaca (Konstantinos Kavafis, 1863-1933


Un hermoso poema sobre la importancia del viaje, no tanto del destino final.

ÍTACA
Cuando partas hacia Itaca 
pide que tu camino sea largo 
y rico en aventuras y conocimiento. 
A Lestrigones, Cíclopes y furioso Poseidón no temas, 
en tu camino no los encontrarás 
mientras en alto mantengas tu pensamiento, 
mientras una extraña sensación 
invada tu espíritu y tu cuerpo.

A Lestrigones, Cíclopes 
y fiero Poseidón no encontrarás
 si no los llevas en tu alma,
 si no es tu alma que ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que muchas mañanas de verano
hayan en tu ruta cuando con placer, con alegría
arribes a puertos nunca vistos.

Detente en los mercados fenicios
para comprar finos objetos:
madreperla y coral, ámbar y ébano,
sensuales perfumes, -tantos como puedas- 
y visita numerosas ciudades egipcias
para aprender de sus sabios.

Lleva a Itaca siempre en tu pensamiento,
llegar a ella es tu destino.
No apresures el viaje, 
mejor que dure muchos años
y viejo seas cuando a ella llegues,
rico con lo que has ganado en el camino
sin esperar que Itaca te recompense.

A Itaca debes el maravilloso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino
y ahora nada tiene para ofrecerte.
Si pobre la encuentras, Itaca no te engañó.
Hoy que eres sabio, y en experiencias rico,
comprendes qué significan las Itacas.

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