"Se ha de titular así, porque es un tejido de maravillas". ("El sueño de una noche de verano", William Shakespeare. Acto IV, Escena I).
jueves, 27 de agosto de 2015
Estel
En un sueño, dictado por un dios ya olvidado, escribí en la superficie del agua. Escribí el significado de la canción del mar y sus olas, que canta del Destino del Mundo; escribí sobre el sentido del murmullo del viento entre los árboles, que habla del sino de los hombres; describí el relato secreto que escriben las estrellas en su vagar por el Cosmos, que narra la vida de los Dioses Verdaderos. Y también escribí sobre la esperanza.
¿Es la esperanza una doncella hermosa, que dibuja sueños por alcanzar y metas humanas y posibles? ¿O es una vieja sirena mentirosa, que empuja a los hombres a acantilados de fracaso y a caer en el desespero y la muerte al perseguir quimeras?
Cuando iba a grabar en mi mente su aspecto real, desperté. Y el recuerdo de su auténtico rostro se perdió para siempre.
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