jueves, 23 de febrero de 2012

Como Sísifo



¿Porqué caminar siempre cuesta arriba? Como Sísifo en la montaña, con el peso de mil pesares, mil errores, mil arrepentimientos.

¿Eso es la vida? Cuando algo casi animal te impulsa a seguir subiendo la piedra sin un sentido definido, ¿cómo se puede emplear ese impulso para pararse a pensar porqué seguir adelante? Y si no se encuentra ese sentido, ¿cómo afrontar con valentía que has llegado al final de la ascensión, aunque estemos en la mitad de la ladera de la montaña?

No creo que el sentido de la vida sea levantarte cada día pensando en cómo llevar esa carga mejor, cómo subir la empinada ladera de la mejor forma posible. Eso es quizás una forma de resignación, y la vida no debería ser resignación. Cuando la resignación ocupa gran parte de la vida, no creo que se merezca ser vivida.

Quizás el sentido de todo esté en el Amor, en hacer que la vida de los demás en general y de alguien en particular sea mejor. Es la mejor explicación y sentido que he encontrado.

Pero, ¿y qué ocurre cuando uno se queda solo frente al espejo con un cuerpo roto, sin nadie a quien arrancar una sonrisa, alguien a quien amar, con quien sentir que haces algo bien? Es reflejo que devuelve el espejo puede ser en muchos casos patético, y alguna vez aterrador.

2 comentarios:

FRANCESCA dijo...

Ese espejo está mal fabricado y no muestra la realidad. No lo mires más, porque distorsiona las imágenes. Haznos a tus amigos tus espejos, bruñidos artesanalmente por las manos maestras de los que saben apreciar la hermosura más allá de la piel y los huesos.

Unknown dijo...

Efectivamente hoy has hecho sonreír a alguien y que su carga sea mucho más liviana. Como dice Francesca el mejor reflejo no es el del espejo sino el que t devuelve la gente que está a tu alrededor. Gracias