De vez en cuando, uno se encuentra con perlas que le hacen asombrarse aún de la belleza y que su corazón lata con más fuerza. A pesar de los muchos sinsabores de la época que nos ha tocado vivir, de vez en cuando se viven momentos que pasan a nuestra historia personal por ser especialmente agradables o felices. Eso es la vida también, afortunadamente. Y a mí me ha pasado hoy al empezar el día. Mi querida Marisa me ha enseñado esta escena de "Angel-A", película que no he visto, y me ha calado tanto que ha pasado a ser de mis escenas favoritas aún sin conocer la obra completa a la que pertenece.
Quizás porque yo soy el de la película, y porque también necesito desesperadamente un bello ángel rubio (aunque soy de morenas ;-)) que me ayude a afrontar el doloroso reflejo en el espejo
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=1xwN2v7RhVE
1 comentario:
Bellísima escena, bellísimo acto, no hay nada como la aceptación de uno mismo, el ver quienes somos de verdad sin miedo a ver nuestro reflejo, levantando poco a poco la mirada y empezando a amar lo que tenemos delante, nosotros mismos, eso, nos da la paz, la serenidad necesaria para emprender una nueva aventura, para recoger del suelo toda esa energía perdida, desaprovechada empeñada en convrncernos que no somos bellos, que no valemos, en ser nuestros mayores enemigos, y, comenzar a amarnos, a valorarnos a darnos la oportunidad que nos merecemos, es la escena más bella de amor que he visto en mi vida. Sólo puedo decirte, simplemente, gracias.
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